Comenzaré mi relato con una pequeña introducción de lo que a continuación verán redactado a través de la memoria de un joven. Corría el año 1901, William Harley (21 años) y Arthur Davidson (20 años) se encuentran trabajando en su pequeño taller de Milwaukee USA, su idea, la de dos innovadores para aquellas épocas, consistía en un prototipo de bicicleta motorizada que los transportase sin necesidad de esfuerzo alguno. Fue 2 años más tarde, el 28 de agosto de 1903 cuando comienzan con la producción de estas máquinas sobre ruedas. Del mismo modo la patente Harley-Davidson Motor Company es fundada ese día. Aquí comienza la historia, una historia forjada sobre el crudo asfalto americano …Su clásico motor en V, y su sonido inconfundible las llevó a ser la marca más poderosa de la historia. La época, con la guerra por medio, las convirtió en el vehículo utilizado en combate, lo que requería que los chasis y motores fuesen robustos como piedras…La marca que por aquel entonces luchaba por la hegemonía mundial en el mercado de las dos ruedas (Indian Motor Company) se vieron obligadas a vender toda su producción al ejercito, mientras que, debido al trato que tenía William Harley con el Pentágono, pudo mantener su empresa y eliminar al principal competidor. Respeto al máximo esas joyas , tan prohibitivas como espectaculares…Larga vida a las Indian! Pero mi camino es otro, ni mejor ni peor, simplemente distinto. Se trata de un sentimiento que va más allá de la libertad, subirse a una bestia y sentir como golpea el viento contra tu cara es una sensación única, no importa el destino, lo importante está en el camino. El camino que me llevó a la verdadera historia, la que me gustaría narrar, la que comenzó allá por los 90. Fue de aquella cuando una simple gorra en unos grandes supermercados llamó la atención de un niño lleno de ilusiones, esa misma gorra nunca usada, hoy luce en su habitación, esperando coger el relevo…el mismo relevo que le permitió a este pequeño mantener frente su mirada el marco de aquella maravillosa expresión de la libertad sobre ruedas.. Mientras tanto los años pasaron lentamente, como para cualquier niño de la época, entre columpios, balones y travesura este niño se abrió paso en la sociedad. Todo su vestuario esperaba pacientemente a que el calendario marcase el día. Creo que no recuerda nada de aquel momento, el mismo que sus ojos se embriagaron de alegría y su corazón no paraba de sentir. Toda una vida esperándolo valía la pena solo por vivir aquella experiencia, ese momento en el que tu vida pega un vuelco y del que con el transcurrir de los años, te das cuenta que nunca volverá a ser lo que antes. Horas, minutos, segundos, todo el tiempo del mundo tiene un único fin, y ese fin es la felicidad.
BORN TO BE….BORN TO BE HARLEY-DAVIDSON.
Cristóbal Martínez Oca.
